La defensa internacional del exvicepresidente de la República, Jorge Glas, denunció que no han podido establecer comunicación con su cliente desde que fue sacado de la embajada de Ecuador en México, la noche del 5 de abril, y luego ingresado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, al día siguiente.
Glas había recibido asilo político de ese país, pero el gobierno de Daniel Noboa dispuso a la Policía Nacional que ingrese a esa sede diplomática y lo detenga.
“Este inaccesible contacto, extendido tanto a sus abogados nacionales e internacionales como a sus familiares, representa una infracción severa a los derechos fundamentales de Jorge Glas. Este aislamiento no solamente viola principios básicos de derechos humanos, sino que también señala una preocupante amenaza a su seguridad y bienestar. La negación de acceso a sus seres queridos agrega una capa adicional de gravedad a la situación, profundizando nuestra inquietud sobre las condiciones en las que se encuentra”, indicó Sonia Vera, cabeza del equipo jurídico, en una carta dirigida a la administración del centro de reclusión.
Vera sostuvo que “la gravedad de la situación de Jorge Glas en el centro penitenciario se ve intensificada por la reciente exposición no autorizada de fotografías personales dentro del recinto. Este incidente, en conjunción con el historial documentado de violencia y tumultos dentro del sistema carcelario ecuatoriano —incluyendo masacres y ejecuciones extrajudiciales—, refuerza la premura de nuestra demanda. Se destaca la vulnerabilidad a la que Jorge Glas está expuesto, evidenciando un riesgo significativo para su vida y bienestar”.